• La Tierra se alineará perfectamente entre el Sol y el planeta de los anillos, lo que lo hará brillar con su máxima intensidad del año.

El mes de septiembre trae consigo una serie de eventos astronómicos que invitan a levantar la vista y contemplar el firmamento. Aunque no habrá fenómenos de gran escala como eclipses visibles en México, este mes se presenta como una oportunidad ideal para los aficionados a la astronomía, con la destacada presencia del planeta Saturno, que alcanzará su punto más brillante del año.

La agenda astronómica de septiembre incluye lluvias de meteoros, encuentros cercanos de la Luna con planetas y el cambio de estación, marcando la llegada del otoño. Estos fenómenos, aunque discretos, son una excelente excusa para disfrutar de la bóveda celeste en un mes de transición.

Lluvias de estrellas y la danza de la Luna

Para los madrugadores, el cielo de septiembre ofrecerá dos lluvias de meteoros. La primera, las Aúrígidas, se podrá observar en la madrugada del 1 de septiembre, con una tasa de entre 5 y 6 destellos por hora. Su radiante se encuentra en la constelación de Auriga. Días después, el 9 de septiembre, será el turno de las ε-Perseidas, que, aunque más modestas, son un recordatorio de que la Tierra viaja constantemente a través de los restos de cometas.

La Luna, por su parte, tendrá varios encuentros cercanos con otros astros:

  • 8 de septiembre: La Luna se acercará a Saturno, formando un par luminoso y fácil de seguir.
  • 14 de septiembre: Ocurrirá un fenómeno poco común: la Luna ocultará a Elnath, la segunda estrella más brillante de Tauro. En algunas zonas de México, será posible ver cómo la estrella desaparece detrás del disco lunar.
  • 16 de septiembre: La Luna se unirá a Júpiter al amanecer.
  • 19 de septiembre: Se formará un triángulo celestial en el horizonte con la Luna, Venus y la estrella Régulo.

Saturno en su mejor momento y el inicio del otoño

El evento estelar del mes es la oposición de Saturno, que tendrá lugar el 21 de septiembre. En este fenómeno, la Tierra se alineará perfectamente entre el Sol y el planeta de los anillos, lo que lo hará brillar con su máxima intensidad del año. Será visible desde las 9 de la noche en el sureste y alcanzará su punto más alto alrededor de la medianoche. La coincidencia con la Luna nueva hará que el cielo esté especialmente oscuro, perfecto para la observación de Saturno y otros objetos celestes.

El 22 de septiembre a las 12:19 p.m. (hora de la Ciudad de México) se registrará el equinoccio de otoño, un evento que marca el fin del verano y el inicio de una nueva estación en el hemisferio norte. En este día, el Sol saldrá casi exactamente por el este y se pondrá por el oeste, un fenómeno que ya era observado y celebrado por las culturas prehispánicas en sitios como Chichén Itzá y Teotihuacán.

El mes cerrará la noche del 22 al 23 de septiembre con la oposición de Neptuno, que, aunque invisible a simple vista, podrá ser observado con telescopios medianos en la constelación de Piscis.

A pesar de la expectativa, es importante recordar que ni el eclipse lunar ni el solar previstos para este mes serán visibles en nuestro país. Sin embargo, la serie de eventos de septiembre invita a reconectar con el universo y a apreciar los ciclos que rigen el cosmos.