- Se estima que entre el 50 y 70 por ciento de las mujeres en su fase más fértil, entre los 30 y 45 años, pueden desarrollarlos.
- La ginecóloga aclara que las posibilidades de que los miomas desaparezcan por sí solos son escasas.
Por: Arturo Callejo
Los miomas uterinos, también conocidos como fibromas, son tumores benignos que se desarrollan en la matriz de la mujer. Se estima que entre el 50 y 70 por ciento de las mujeres en su fase más fértil, entre los 30 y 45 años, pueden desarrollarlos. Estos tumores pueden variar en tamaño, desde ser casi imperceptibles hasta alcanzar el tamaño del útero. A pesar de su incidencia, la presencia de miomas no significa necesariamente la imposibilidad de un embarazo.
Síntomas y riesgos: cómo identificar a tiempo los miomas
Según la ginecóloga Sandy Novia Rodríguez del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los principales síntomas que alertan sobre la miomatosis son el sangrado intenso y los cólicos. Estos signos son una señal clara de que se debe buscar atención especializada. La doctora Novia destaca que, de no atenderse a tiempo, las hemorragias pueden causar complicaciones serias, como anemia crónica, que a su vez debilita a la mujer y puede provocar taquicardias y desmayos.
"Las hemorragias, son unas hemorragias que se vacían, literal, tienen una hemorragia muy intensa y obviamente eso hace que estén chocadas y hasta la fecha no hemos tenido una muerte como tal, pero sí hemos tenido bastantes complicaciones en el hospital", explica la Dra. Novia.
La especialista subraya la importancia de la detección temprana, que es sorprendentemente sencilla. Un chequeo general o un ultrasonido anual son suficientes para detectarlos.
Miomas y embarazo: ¿es posible tener un bebé?
A pesar de los desafíos, la respuesta es sí, es posible tener hijos con miomas; sin embargo, Sandy Novia aclara que la presencia de estos tumores puede aumentar el riesgo de abortos espontáneos o complicaciones durante el parto, como hemorragias postparto, debido a que el útero no se contrae adecuadamente.
Cuando el mioma es de gran tamaño, puede interferir con la fertilidad al competir por el espacio con el feto en desarrollo. En estos casos, si la mujer desea concebir, una miomectomía (la extirpación quirúrgica de los tumores) puede ser necesaria para aumentar las posibilidades de un embarazo exitoso. La ginecóloga aclara que las posibilidades de que los miomas desaparezcan por sí solos son escasas y, de ocurrir, sucedería después de la menopausia.
Informes del Hospital General Dr. Manuel GEA González en México señalan que hasta el 70% de las mujeres pueden presentar miomas al menos una vez en su vida. Un dato interesante es que el uso de anticonceptivos no aumenta el riesgo de desarrollar estos tumores; por el contrario, pueden ser protectores contra el cáncer de ovario.
Más allá de los miomas: el cuidado integral de la mujer
Los miomas son solo una parte de la salud reproductiva de la mujer. La Dra. Sandy Novia enfatiza la necesidad de un cuidado integral y preventivo. El papanicolaou, por ejemplo, debe realizarse un año después de que la mujer inicia su vida sexual. Si una adolescente comenzó a los 16, su primer Papanicolaou debe ser a los 17.
Además, el autoexamen de mamas es fundamental. La experta recomienda que a partir de los 20 o 25 años, las mujeres se familiaricen con sus senos mediante una revisión mensual.
"A partir de los 20, 25, ya tenemos que empezar a familiarizarnos como son nuestras mamas, hacernos nuestro chequeo mensual para que en algún momento, cuando detectemos algo que no es normal, acudir a chequeo, alguna bolita que se toque y que antes no se tocaba", aconseja la Dra. Novia.
Finalmente, las mastografías deben empezar a realizarse a partir de los 40 años, de forma anual, como medida de prevención para el cáncer de mama.
El cuidado de la salud femenina va más allá de un solo diagnóstico. La prevención, la revisión constante y la atención a las señales del cuerpo son clave para una vida sana y plena.