• Es originaria de la comunidad de Los Hoyos, en Villa de Allende.
  • Fue acusada de homicidio tras una discusión con su esposo.

El caso de Bonifacia, una mujer mazahua de 66 años, pone en evidencia las fallas del sistema judicial mexicano frente a las poblaciones más vulnerables. Acusada de homicidio, ha pasado más de tres años en el penal femenil de Almoloya de Juárez sin que se le garantizara el derecho a un traductor de su lengua materna, el mazahua, durante su proceso.

Ahora, su caso es una de las 20 amnistías que discute la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), abriendo una ventana de esperanza para su liberación.

¿Por qué se le acusa de homicidio a Bonifacia?

Bonifacia, originaria de la comunidad de Los Hoyos, en Villa de Allende, fue sentenciada a ocho años de prisión en 2021.

La tragedia ocurrió durante una discusión con su pareja, Audelio, a quien en un altercado le propinó un golpe fatal con un palo, provocándole la muerte. Sin embargo, su proceso legal estuvo marcado por múltiples omisiones.

Como mujer indígena, en situación de pobreza extrema y con rezago educativo —pues no sabe leer ni escribir—, su caso ha sido calificado como un ejemplo de discriminación múltiple.

La falta de acceso a la salud y servicios básicos, sumada a su condición de mujer violentada y adulta mayor, la colocan en una posición de extrema vulnerabilidad que no fue considerada adecuadamente durante su juicio.

Dan amnistía a Bonifacia

Cabe mencionar que la 1ª Sesión Extraordinaria Pública de la Sala de Asuntos Indígenas, magistrados del Poder Judicial del Estado de México dieron amnistía a Bonifacia por decisión unánime, luego de determinar que fue víctima de violencia, sexual y patrimonial.

Sin traductor de su lengua y sin perspectiva de género, fue sentenciada en procedimiento abreviado a 8 años y 9 meses de prisión por homicidio simple, vulnerando su derecho a un debido proceso.

Tras el análisis de su caso, se acreditaron violaciones graves a sus derechos humanos, así como su condición de persona no reincidente y sin riesgo de violencia futura. Por lo que hoy , después de 3 años y 7 meses, recupera su libertar.

Su amnistía no solo representa la libertad para ella, sino también una reivindicación del debido proceso para las personas indígenas que han sido invisibilizadas por el sistema de justicia.

Bonifacia se convertió en la quinta persona de origen indígena y la número 20 en total en ser beneficiada por una amnistía de la CODHEM, sumándose a una lista que ya ha perdonado más de 400 años de prisión a mujeres y hombres que, como ella, enfrentaron un juicio desigual.