• La mujer de origen indígena mazahua agradeció por su libertad.
  • Tadicará en un municipio del Valle de Toliuca.

Después de 3 años y 7 meses de estar en prisión, Bonifacia, una mujer de origen mazahua de 75 años, recuperó su libertar tras ser acusada de homicidio y ser juzgada sin un traductor de lengua indígena y con perspectiva de género.

Salida de Bonifacia

En punto de las 16:53 horas de este 11 de agosto de 205, Bonifacia salió del penal femenil Santiaguito, ubicado en Almoloya de Juárez, con su botella de agua en la mano izquierda, vestida con un pantalón de mezclilla, camisa blanca, un quexquémetl de lana y unos tenis blancos, aun paso veloz.

Acompañada por elementos de seguridad y la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Myrna García Morón, al llegar al penal de Santiaguito se enfermaba mucho debido a los golpes que recibió de su marido Audelio, a quien en la última pelea que tuvieron Bonifacia lo golpeó con palo a la altura del cuello, provocándole la muerte.

Aunque dice que destaca que no se arrepiente de haber provocado la muerte de su esposo, se arrepiente de la acción debido a que eso la llevó a una prisión, donde el juicio no fue justo y fue condenada a 8 años y 9 meses de prisión por homicidio simple, vulnerando su derecho a un debido proceso.

Sin embargo, la Codhem al conocer el realizó los trámites necesarios para reabrir el caso para que Bonifacia tuviera un juicio con perspectiva de género, ya que se trataba de una mujer en situación de pobreza extrema y con rezago educativo, su caso ha sido calificado como un ejemplo de discriminación múltiple.

La falta de acceso a la salud y servicios básicos, sumada a su condición de mujer violentada y adulta mayor, la colocaban en una posición de extrema vulnerabilidad que no fue considerada adecuadamente durante su juicio.

¿Quién es Bonifacia?

La originaria de la comunidad de los Hoyos, Villa de Allende, llevaba 15 años de casa con Audelio, producto de matrimonio resultó su hija, quien ahora tiene dos hijos. Hoy, Bonifacia podrá disfrutar de momentos agradables con ellos.

Asegura que se siente fuerte para trabajar la tierra y sembrar maíz, haba, frijol, por lo que se siente agradecida con Dios y la Virgen de Guadalupe, por permitirle no solo convivir de nuevo con su familia, sino también de conocer gente buena dentro del penal, a quienes, asegura, extrañará, pues entre lágrimas y aplausos fue su despedida en Santiaguito.

Cabe mencionar que su caso fue llevado por la Codhem al Poder Judicial del Estado de México, donde por decisión unánime magistrados de la Sala de Asuntos Indígenas determinaron darle la libertad inmediata por la Ley a de Amnistía duranta la 1a Sesión Extraordinaria Pública realizada en el Palacio de Justicia en Toluca.

Por lo que a su salida del penal de Santiaguito subió a una camioneta de la Codhem para salvaguardarla y que se reúna en con su familia en un municipio del Valle de Toluca.