- Cada pieza encapsula la identidad cultural, la historia y la habilidad de quienes la crean.
- Manos mágicas transforman barro, vidrio, hueso, madera, palma y metal en obras de arte.
El arte en miniatura es una de las expresiones más delicadas y representativas de la cultura mexiquense. A través de paciencia, precisión y una técnica impecable, los artesanos del Estado de México transforman materiales cotidianos en pequeñas obras maestras. Cada pieza, sin importar su tamaño, encapsula la identidad cultural, la historia y la habilidad de quienes la crean, preservando así una valiosa tradición.
Un universo de detalles en cada rincón del Edomex
En el Estado de México, la maestría en el arte miniatura se manifiesta de diversas maneras, dependiendo de la región y el material utilizado. A continuación, destacamos algunos ejemplos que demuestran la riqueza de esta expresión artística:
- San Antonio la Isla y Nezahualcóyotl: El fémur de res se convierte en minuciosas figuras religiosas talladas y pulidas con gran precisión.
- Metepec e Ixtapan de la Sal: El barro da vida a diminutos jarros y árboles de la vida, de apenas entre cinco y siete centímetros, repletos de expresión y detalle.
- Valle de Chalco y Huixquilucan: El vidrio se trabaja con la técnica del sopleteado para crear pequeñas flores, animales y figuras decorativas.
- Villa de Allende: Los hilos de colores se entrelazan para formar piezas de bordado en una versión miniatura.

Adquirir estas artesanías no solo significa llevarse una pieza de arte, sino también apoyar la economía de los maestros artesanos y contribuir a la preservación del patrimonio cultural. La Secretaría de Cultura y Turismo, a través del IIFAEM, invita a la población a descubrir y comprar estas obras en las tiendas Casart.