• La venta de adornos y artículos patrios es un reflejo de esta tradición del 15 de septiembre.
  • Al comprar un producto hecho en México, no solo se adquiere un artículo, sino que también se contribuye a la economía de familias.
Por: Arturo Callejo

El mes de septiembre ha llegado, y con él, la celebración de las fiestas patrias en conmemoración del Grito de Independencia. Esta festividad no solo es un evento cultural de gran importancia para todos los mexicanos, sino que también representa un motor crucial para diversos sectores económicos, como el restaurantero, hotelero, turístico y, en particular, el comercio formal e informal. En el corazón de la capital mexiquense, la venta de adornos y artículos patrios es un reflejo de esta tradición y del esfuerzo de muchos comerciantes que dependen de esta temporada para su sustento.

Inés Carbajal González, originaria de San Cristóbal Huichochitlán, lleva aproximadamente 25 años vendiendo adornos para la Noche Mexicana en el Centro Histórico de Toluca. Su puesto, lleno de colorido y espíritu festivo, ofrece una amplia variedad de productos, desde chales y banderas hasta rehiletes, corbatines y matracas. Para Inés y su familia, esta venta de temporada y otras es su única fuente de ingresos.

Las ventas y el desafío de los costos

A pesar de la tradición y el entusiasmo, los comerciantes enfrentan un panorama complicado. Según Inés, las ventas no han sido las esperadas este año, pues la inflación y el regreso a clases de los niños han impactado directamente en el poder adquisitivo de los consumidores.

"El dinero ya no rinde, todas las cosas están caras... Ahorita las ventas están muy bajas por lo mismo de que los niños entraron a la escuela, pues lo poco que vendemos ya no es igual que antes".

Inés destaca que todos los materiales que utiliza para su producción han subido de precio, lo que dificulta mantener la rentabilidad. No obstante, sus precios varían para adaptarse a diferentes presupuestos; por ejemplo, las banderas oscilan entre 15 y 250 pesos, dependiendo del tamaño.

Calidad, tradición y competencia

El comercio de artículos patrios en Toluca también enfrenta la competencia de productos importados, especialmente de origen chino, Juan Carlos Montoya, quien es originario del barrio de Zopilocalco y lleva 27 años vendiendo artículos de temporada, señala este problema. Aunque sus ventas también están bajas, espera una recuperación en los días previos al 15 de septiembre.

A diferencia de Inés, Juan Carlos afirma que sus precios se han mantenido desde el año pasado, lo que los hace competitivos. Algunos de sus productos más populares son:

  • Banderas grandes (No. 14): 380 pesos
  • Banderas medianas (No. 10): 220 pesos
  • Banderas pequeñas para parabrisas: 10 pesos
  • Rehiletes grandes: 50 pesos
  • Gis para pintar la cara: 10 pesos

Juan Carlos subraya la diferencia entre sus productos y los importados, destacando la importancia de la calidad, pues sus principales proveedores de banderas son artesanos de San Pedro Totoltepec y Jilotzingo, reconocidos por la calidad de sus telas y la firmeza de sus colores.

Un llamado a apoyar la economía local

Tanto Inés como Juan Carlos coinciden en un punto fundamental: la importancia de apoyar a los comerciantes y artesanos locales. Al comprar un producto hecho en México, no solo se adquiere un artículo, sino que también se contribuye a la economía de familias que dedican su vida a preservar estas tradiciones.

El esfuerzo de estos comerciantes es un recordatorio de que las fiestas patrias son más que una celebración, son una oportunidad para fortalecer el sentido de comunidad y apoyar a los productores y artesanos mexicanos, impulsando la economía local y garantizando que tradiciones como la venta de adornos patrios continúen por muchas generaciones más.

¿Qué articulo patrio no puede faltar en tu casa para celebrar este 15 de septiembre?