• En la década de 1980, menos del 10% de los adultos padecía obesidad, una cifra que hoy se ha disparado a casi tres de cada cuatro mexicanos. 

La salud de los mexicanos enfrenta una crisis sin precedentes. En las últimas décadas, el panorama de las enfermedades crónicas ha cambiado drásticamente, con un aumento alarmante en los casos de sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión. Clark García Dobarganes, subsecretario federal, señaló que esta crisis no es inevitable, sino el resultado directo del consumo masivo de refrescos y comida chatarra.

En la década de 1980, menos del 10% de los adultos padecía obesidad, una cifra que hoy se ha disparado a casi tres de cada cuatro mexicanos. Las muertes por enfermedades del corazón también se han triplicado, pasando de 60 a 163 por cada mil defunciones. La diabetes, que antes afectaba a menos de dos millones de personas, ahora impacta a más de 20 millones de adultos. "Esta crisis no era inevitable, es una crisis asociada a la epidemia del consumo de refrescos y comida chatarra en nuestro país”, sentenció Clark.

¿Cómo afecta esta crisis al sistema de salud mexicano?

El incremento de estas enfermedades ha generado una carga financiera y operativa insostenible para el sistema de salud. Cada año, cerca de 100,000 personas requieren diálisis o hemodiálisis, tratamientos costosos que implican una inversión anual de aproximadamente 415,000 pesos por paciente.

El subsecretario precisó que todos los sistemas de salud en México destinan cerca de $180,000 millones de pesos para atender las consecuencias del sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Estas enfermedades son tan prevalentes que el 40% de las consultas en las unidades de medicina familiar del IMSS están relacionadas con ellas. Si la tendencia no se revierte, el sistema de salud “no será capaz de soportar la carga” en el mediano y largo plazo, advirtió Clark.

¿Cuál es el papel del consumo de refrescos en esta epidemia?

México es el mayor consumidor de refrescos a nivel mundial, con un promedio anual de 166 litros por persona. Estas bebidas azucaradas son la principal fuente de azúcar en la dieta nacional y un “motor silencioso” de enfermedades crónicas. Como ejemplo, Clark destacó que “un envase de 600 mililitros contiene 15 cucharadas de azúcar”.

El consumo excesivo de estos productos tiene graves consecuencias, como las 27,000 amputaciones anuales por complicaciones diabéticas. Además, la diabetes se ha consolidado como la segunda causa de muerte en el país, con casi 100,000 muertes cada año. Ante este panorama, se han defendido medidas como el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas en el paquete económico de 2026, con el objetivo de reducir el consumo y “doblar la curva” de estas enfermedades.