•  Un estudio analizó el impacto de una dieta ultraprocesada versus una no procesada en el mismo grupo de personas,

Un reciente estudio publicado en la revista Cell Metabolism ha encendido las alarmas sobre los alimentos ultraprocesados. La investigación, realizada con hombres jóvenes, revela que estos productos dañan la salud reproductiva y metabólica, sin importar la cantidad de calorías que se consuman. Este hallazgo, que desvincula el efecto nocivo del exceso de peso, subraya que es la naturaleza industrial de estos alimentos la que los hace perjudiciales.

El estudio, liderado por investigadores franceses y daneses, analizó el impacto de una dieta ultraprocesada versus una no procesada en el mismo grupo de personas, demostrando que los efectos negativos no solo están ligados a la obesidad, sino a los ingredientes y procesos de fabricación en sí.

El experimento que desnudó los efectos de la comida industrial

Para entender el verdadero impacto de los ultraprocesados, los científicos reclutaron a 43 hombres de entre 20 y 35 años. Cada uno de ellos siguió ambas dietas (ultraprocesada y no procesada) durante tres semanas, con un descanso de tres meses entre cada ciclo. El protocolo experimental fue diseñado para que la cantidad de calorías consumidas en ambas dietas fuera la misma, lo que permitió a los investigadores aislar el efecto de los alimentos procesados de la simple ingesta excesiva.

El resultado fue sorprendente: los participantes que consumieron la dieta ultraprocesada ganaron alrededor de un kilo más de masa grasa que aquellos con la dieta no procesada.

  • Aumento de la masa corporal.
  • Incremento en la relación entre el colesterol LDL y HDL (un factor de riesgo cardiovascular).
  • Disminución de hormonas cruciales para la salud metabólica y la fertilidad (GDF-15 y FSH).
  • Tendencia al deterioro en la calidad del esperma, con una reducción en el número de espermatozoides móviles.

Hormonas alteradas y contaminantes industriales: Un cóctel peligroso

El estudio no solo se limitó a los efectos visibles en el peso y la masa corporal. Los investigadores también descubrieron un aumento en los niveles de ftalato cxMINP, una sustancia química utilizada en plásticos que altera las hormonas. Este hallazgo sugiere que los complejos procesos industriales, la adición de aditivos y las múltiples etapas de preparación de los ultraprocesados aumentan la probabilidad de contaminación por sustancias que no deberían estar en nuestro organismo.

“Nos sorprendió la cantidad de funciones corporales que se veían alteradas por los alimentos ultraprocesados, incluso en hombres jóvenes sanos”, afirmó Romain Barrés, coautor del estudio.

La investigación destaca que estos efectos nocivos no son exclusivos de personas con problemas de salud preexistentes, lo que hace el descubrimiento aún más alarmante.

La necesidad de revisar las directrices nutricionales

Las implicaciones de este estudio son profundas. La evidencia sugiere que el consumo de ultraprocesados puede ser un factor de riesgo para enfermedades crónicas, incluso si se lleva un control calórico.

Las implicaciones a largo plazo “son alarmantes y ponen de relieve la necesidad de revisar las directrices nutricionales para proteger mejor contra las enfermedades crónicas”, concluyó Barrés.

Este estudio es un llamado de atención a la industria alimentaria y a las autoridades sanitarias para que se priorice la calidad de los alimentos sobre su procesamiento. Para el consumidor, es una poderosa razón para reconsiderar lo que se pone en el plato, priorizando una dieta basada en alimentos frescos y poco procesados.

Con información: EFE